Las piscinas están consideradas como excelentes ambientes para la relajación y diversión. Aportan gran valor a nuestros hogares y son el complemento perfecto para nuestros hogares y son el complemento perfecto para nuestro jardín. Sin embargo, realizar la limpieza de piscinas, no es una tarea sencilla.
1. Conocer tu piscina a la perfección
No todas las piscinas son iguales. Por eso, es necesario que conozcas su capacidad, forma y todo lo que requiere para funcionar bien. Debes comprobar el estado en el que se encuentra el equipamiento de la piscina: bomba, filtro, válvulas, skimmer, etc.
2. Limpieza profunda de paredes y suelo
Aprovecha cuando la piscina esté vacía para hacer una limpieza adecuada de las paredes y el suelo. De esa forma, podrás eliminar la cal incrustada y prevenir el crecimiento de algas.
3. Realiza una cloración de choque inicial
Si has cambiado el agua es necesario realizarla. Es recomendable hacerla con diferentes productos químicos, dependiendo del sistema de mantenimiento que hayas elegido.
4. Analizar el PH de tu piscina
Debe estar situado entre 7,2 y 7,6. Puedes hacerlo con un incrementador de PH o con Minorador PH, según necesites. Si el agua lleva mucha cal, deberás aumentar el pH al añadir agua nueva. Esto es lo más habitual.
5. Dosis adecuadas de los productos
Tu piscina necesitará las cantidades específicas que se hayan establecido según su sistema de mantenimiento.
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